La Cancillería española está indignada, para decirlo en forma culta, se hala los pelos, considera que la no invitación al Rey de España, para que santificara la toma de posesión, de Claudia Sheinbaum , como nueva presidenta de México, ha sido, un desaire, y deja constancia de su enfado, para no decir un cabreo, como dicen por allá, vulgarmente, en esa parte de la Península Ibérica, con la ausencia de Pedro Sánchez, presidente de España, quien si fue formalmente invitado.
Y porque no fue invitado el Rey, que según la Cancillería española, debería ser el primer chicharon del cachondeo, como le dicen por allá en la Península, a lo que nosotros llamamos pachanga.
La respuesta fue dada sin titubeos por la nueva presidenta a en carta dirigida a la Cancillería española, reseñada por los medios. La razón de solo invitar al presidente Sánchez, expuso Sheinbaum, se remite a 2019:
«En marzo de ese año, el actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, envió una carta personal al rey de España para pedirle que, con motivo de la celebración de 200 años de Independencia de México, el reino de España expresara una disculpa por los «agravios causados» durante la conquista de México».
«Lamentablemente, dicha misiva no mereció respuesta alguna de forma directa, como hubiera correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales», señaló Sheinbaum en su comunicado de este miércoles».
El Rey, no se consideró aludido por esta misiva, más bien, se enfadó, se irritó por su contenido y mire que un Rey, airado, es capaz de cualquier cosa, recuerden cuando el padre del actual, le dijo a Chávez «Es mejor que te calles». Nuestro presidente, comentando luego el episodio, dijo no haber oído, lo que el Rey dijo en ese momento, y todo quedó allí, solo con los comentarios de prensa. Y menos mal que fue así, porque Chávez, que era de «pocas pulgas», si hubiera respondido de una manera irritante, a lo mejor todavía estuviéramos en una nueva guerra contra España.
Pero lo cierto de este impase, es que el Rey, no dijo ni sí ni no sobre la misiva, porque en el fondo de su cuerpo y su alma monárquica, el está de acuerdo con todas las tropelías que hicieron sus conquistadores contra nuestros pueblos indígenas.
Y eso de tropelías no lo digo yo, para que me estén acusando de anti español, sino, un sacerdote español. Bartolomé de las Casas, este hombre de sotana y roquete que no ahorró palabras para calificar la actuación de los conquistadores, que hoy le duelen al Rey de España:
«Los españoles atacaron primero a las inocentes ovejas, así calificadas por el Todopoderoso, como los más crueles tigres, lobos y leones, hambrientos, sin estudiar nada, por el espacio de cuarenta años, después de su primer desembarco, excepto la masacre de estos miserables, a quienes han descuartizado y acosado tan inhumana y bárbaramente…»
Bartolomé De las Casas, sostuvo públicamente, la bondad de nuestros antepasados, en discusiones sobre el tema, en su época, arriesgándose decía: «que eran gente buena que vivía bajo costumbres cristianas, incluso, antes de conocer el cristianismo».
Pero los conquistadores, amparados por la Monarquía Española, en esos tiempos, eran partidarios de la doctrina educativa de que la letra con sangre entra y así arremetieron por la fuerza, con la Cruz, la Espada, los Caballos y los Perros de Caza, para imponer su Fe, y arrebatar cuanto recursos podían llevar en sus Carabelas.
Ana María Ferreira, investigadora del tema señala que en uno de sus libros, Bartolomé de Las Casas dice a Felipe II, a sazón Rey de España, a quien llamaban «El Prudente», menos mal que era prudente, agrego yo:
«Le dice además que los desmanes cometidos por los conquistadores en su nombre ponen en peligro el alma de los propios soberanos, ya que cuando los españoles piden permiso al rey para realizar «las dichas conquistas [estas] no se les podrían conceder sin violación de la ley natural y divina, y por consiguiente gravísimos pecados mortales, dignos de terribles y eternos suplicios». Interpretó yo, que el mencionado sacerdote también exigía justicia a la monarquía española en su época.
Considero que las autoridades mexicanas, fueron muy decentes en su solicitud, de pedir disculpas a la Monarquía, porque también pudieran haber exigido indemnización por la riqueza que se llevaron, a los indígenas que secuestraron, lo que contribuyó a su sostenimiento como imperio de la época.
Se calcula, muy por debajo, que los españoles para el momento de la conquista se llevaron, entre otras cosas, alrededor de 100 mil toneladas de Oro, convirtiendo a España, a la sazón, en el país más rico del mundo. ¡La Guará!, dijera un barquisimetano y un oriental ¡la verga!.
Pudiéramos seguir hablando del saqueo, las torturas y otros detallitos, pero como dice el refrán, para muestra basta un botón y hemos aportado, algunos botones.
Por eso, le recomendaríamos a la Cancillería española, la misma expresión que el Rey Juan Carlos, le dijo a Chávez «Es mejor que te Calles».
Los interesados en conocer más las opiniones de Bartolomé de las Casas sobre la conquista, pueden acudir a su libro «Brevísima Historia de la destrucción de las Indias».
Por: Jesús Sotillo Bolívar